domingo, 24 de febrero de 2008

Mourao

La visita a esta hermosísima población alentejana fué hace un par de fines de semana en un primaveral día de invierno (esta tierra que compartimos alentejanos y extremeños es así).

El pueblo merece una visita, calles y plazas limpias y una arquitectura rural que dota a las casas de unas chimeneas cílíndricas características de la zona. Pero el objetivo era la visita al castillo y luego ir a Monsaraz, por lo que el pueblo quedó para mejor momento.

La fortificación está formada por un castillo medieval del que no se conoce su orígen exacto, y una fortificación abaluartada al estilo Vauban de fechas posteriores.

El castillo tiene planta irregular y cuatro puertas de acceso al primer recinto, de las que sólo una permanece accesible, ya que las otras tres están actualmente tapiadas. Estas puertas estaban defendidas con sendas torres a cada lado. A la izquierda de la puerta que da al pueblo, e integrada en la misma muralla se encuentra una magnífica iglesia-fortaleza. Esta puerta está adornada con dos cañones del siglo XVIII (es importante especificar que son cañones, porque hay quien por no saberlo, los confunde con papeleras).

Justo al entrar están las escaleras que dan acceso al adarve, y desde allí nos encontramos con una gran superficie que seguramente albergaría a la población. A nuestra izquierda queda la parte trasera de la iglesia, pegada a la torre del homenaje, que defiende la entrada al último reducto del castillo, quizás el núcleo original de este reducto.

Rodeando a toda esta estructura está la fortificación Vauban, de la que se conservan cuatro baluartes y dos revellines, aunque probablemente habría un tercer revellín justo frente de la iglesia, en el espacio que ahora ocupa un parque.
Es una visita muy recomendable, con unas vistas preciosas sobre Alqueva y con Monsaraz al fondo. Aviso de que hay que tener un especial cuidado al subir a los adarves porque carecen de protección, al entrar en las torres porque alguna tiene orificios en el suelo y hay riesgo de caída.


Aún así, contemplar las tierras que rodean Alqueva desde lo alto de la torre del homenaje es una experiencia que hay que procurar no perderse. Algunos escalones de esta torre presentan curiosos grabados en sus contrahuellas, y la arquitectura interior presenta elementos muy curiosos y bellos.

Como información adicional para aquellos que gusten de las rutas en moto, añado que la carretera de Alconchel a Villanueva del Fresno está ensanchada y recién asfaltada (aún no estaba pintada y presentaba algún escalón), y con bastante protección contra las barras de los quitamiedos. Se puede disfrutar de una carretera tranquila rodeada por dehesas con aroma a jaras.


Mourao: 38º 23' 06" N - 7º 20' 48" O

sábado, 23 de febrero de 2008

A vueltas y revueltas

Ha pasado casi un año desde la última entrada. Las cuestiones laborales consumen mucha parte de mi tiempo y no he podido sacar algún rato para seguir con los blogs, aunque en las últimas semanas he visitado fugazmente algunos lugares como Alcántara, Marvao, Crato y Portalegre, y más intensamente otros como Mourao, Ouguela y Monsaraz.

Pero ha sido el comentario de Anónimo sobre las líneas de asedio portuguesas por la zona de las Cuestas el que me ha hecho volver de nuevo a este lugar. Un gran aporte al que habrá que hacer los debidos honores y ponerse las botas para patear por aquellos pagos.

El primer paso ha sido el acudir a las fuentes que cita y el segundo cotejar la fotografía aérea y los croquis disponibles con la vista del socorrido Google Earth, y efectivamente allí se intuye la fortificación pentagonal que describe (zona central izquierda de la fotografía 38º 54' 24" N 6º 59' 14 " O). Ahora sólo falta ir allí, pero hoy ha salido un día lluvioso.

Muchísimas gracias por tu ayuda, Anónimo.