La imágen de la derecha es de ésta mañana al amanecer. Se lleva con la de la izquierda más de dos años. Unos dirán que la culpa es de los otros y los otros que de los unos, pero así es como nos va la historia...
La verdad que lo de este baluarte es un auténtico caso de mala suerte: ha servido de pared de entrenamiento para la escalada, se le cae la garita, le agujerean la cortina para agrandar una ventana para el nuevo Museo del Carnaval (que por las dimensiones de la poterna tenemos un Carnaval con poco que enseñar) y encima están pensando en ampliar en 350 plazas su aparcamiento.
Eso sí, son conscientes de que las obras pueden sufrir retrasos por toparse con restos arqueológicos. Brillante, nunca habría pensado en que en un lugar histórico se pudieran encontrar restos arqueológicos...
¿Cuántas plazas cabrían en un aparcamiento subterraneo bajo la Avenida de Huelva o San Francisco?
Desde que murió el General Menacho en ese baluarte defendiendo la ciudad ya no hay en la ciudad quien defienda los baluartes.